El verano ha terminado y con la llegada del otoño el cuidado de los pies se vuelve necesario, los cambios de temperatura, la humedad, el cambio de rutina y de calzado, hacen que debamos detenernos a prestarles un poco de atención para disfrutar de una buena salud.
En primer lugar, el cambio de rutina hace que nuestros pies se resientan, pasamos del frescor diario que aportamos en las playas y las piscinas a las jornadas completas de trabajo de pie o sentados, en ocasiones estresados por pretender devolver la rutina a nuestras vidas.
Las temperaturas comienzan a descender, sin embargo, no lo hacen tan rápido como quisiéramos, el pie ha estado dilatado todo el verano y ahora continua hinchado; se recomienda encontrar el momento perfecto para pasar del zapato abierto al cerrado, en ocasiones podremos usar calcetines que evitarán las rozaduras y la aparición de posibles hongos provocados por el sudor.
Por último, diremos que es interesante visitar al podólogo si terminamos el verano y observamos que durezas, callos y/o talones agrietados pudieran detener nuestro bienestar al enfrentarse a estos cambios.
Nuestros grandes y sencillos consejos para dar la bienvenida al otoño son:
• Aplicar cremas hidratantes con un masaje después del baño.
• Mantener los pies en alto sobre todo al final del día.
• Preparar baños de agua para los pies.
• Elegir el calzado acorde a las temperaturas diarias.
• Usar calcetines si es necesario, siempre de hilo o algodón.
• Si tienes tus plantillas personalizadas, vuelve a usarlas.
• Volver a practicar deporte con el calzado adecuado.
• Realizar estudio biomecánica de la marcha y la pisada.
• Visitar al podólogo para realizar una revisión en los pies.