La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica que se caracteriza por la presencia de concentraciones elevadas de glucosa (azúcar) en sangre, esto puede ser debido a un defecto en la producción de insulina, a una resistencia a la acción de ella para utilizar la glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o a una combinación de estas causas.
La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. Existen dos tipos de diabetes, la tipo I y la tipo II. En la diabetes tipo I, el cuerpo no produce insulina; y en la diabetes tipo II, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
La diabetes como tal no supone riesgo de muerte si es sobrellevada de forma adecuada. Para ello es necesario llevar unos hábitos de vida saludable (alimentación sana, actividad física, control médico y seguimiento estricto del tratamiento). Sólo cuando esto no se cumple es cuando la diabetes puede suponer un riesgo, debido a sus complicaciones (hiperglucemia, neuropatía diabética, pie diabético).
Además si el paciente presenta otros factores de riesgo como hipertensión arterial, problemas circulatorios o hipercolesterolemia es cuando se pueden producir complicaciones a medio-largo plazo. Si un paciente diabético descuida su tratamiento y sufre varios episodios de hiperglucemia (aumento de azúcar en sangre), puede ser que su sistema nervioso se encuentre dañado produciendo una pérdida de sensibilidad en el cuerpo (neuropatía diabética).
Se estima que entre el 30 y el 60 % de los diabéticos presentan una neuropatía diabética (pérdida de sensibilidad). Una de las regiones más afectadas ante esto es el pie, causando el denominado mal del pie diabético.
El pie diabético puede derivar en la formación de úlceras, afectando principalmente a la planta del pie y talón pero también pueden aparecer en los dedos. Son la principal causa de amputación. En caso de que aparezcan heridas, lesiones o cambios en la temperatura o el color del pie no dude en consultar con su podólogo.